sábado, 23 de enero de 2010

La música buena y la mala

A los que no nos gusta el futbol pero nos gusta apasionadamente la música, también tenemos nuestro Madrid-Barça, pero no siempre centrándonos en dos grupos, y ni siquiera en grupos.
Así cada vez más nos enzarzamos en si este estilo es el mejor o este otro es una mierda. Muy típico es que los que gusten de lo que en este blog se pone, no gusten mucho de los Bisbales de turno, las Jurado que en paz descansen, o las Pantojas, por ejemplo.
Una vez encontramos un alma gemela (casi), y nuestro contrincante presenta un cierto nivel de cultura musical (de calidad, claro), la discusión se centra algo más. Que si “Led Zeppelin es inigualable”, que si “la Velvet y Lou Reed es el grupo más influyente de la historia” (bueno, casi tanto como Ledzep), o que “los Who son enormes”, y llega tu contrario y te da entonces la paliza con que los Slipknot son la caña de España y que Page está ya gagá.
Y es que la verdad, no es lo mismo la noria que un documental de la 2. Alguien dirá, ¡cuidado, que yo me hecho unas siestas que no me veas con la 2!. Hombre, pero es que también los ves con la barriguita llena de potaje, y a esa hora la verdad es que lo más normal es que hinques el pico.
Hay de todo, como es lógico, pero lo bueno es bueno, hasta cuando te aburre. A mi no me acaban de entretener Leonard Cohen o Tom Waits y soy consciente de que son muy buenos. Bien, para gusto los colores. Pero no se trata de gustos las mayor parte de las veces. Se trata de lo que es o no es bueno, o de lo que es mejor. Y ¡joder!, no es lo mismo Slipknot o los Foo Fighters, que LedZep. ¡Que no puñeta, que no es lo mismo!. El sonido podrá ser mejor o peor, más o menos moderno, pero ¿y el resto? ¿y la composición?. La cosa va desde luego por épocas, como todo. Ahora toca virtuosismo, y mañana inmediatez y vitalidad, ahora los primeros 60, ahora el underground, ahora el punk, ahora el heavy metal, ahora el grunge y el NU Metal, y ahora…. Pero lo bueno, es bueno y se reconoce pronto. ¿Hay alguien que con dos dedos de frente no vea que White Stripes es de lo mejorcito que se ha parido en años? ¡Pues claro!, que te gustan los Slipknot, pues olé tus h…, ¡pero no comparemos hombre! Que el ibérico de bellota no es igual que el prosciuto italiano.
Pero antes, este tipo de discusiones era más infrecuente, porque los que teníamos esta afición le dábamos oportunidades a los grupos o discos nuevos y esto lo hacíamos con el boca a boca. Nos esforzábamos en escuchar. Compartíamos con nuestros amigos. Antes era más disfrutar en común comentando tal o cual disco, salvo contrarios enfrentados, como en la época del Punk. Hoy sin embargo se estila más la discusión tipo fútbol. Y es que tus contrarios han variado bastante. Las nuevas generaciones y algunos de la nuestra demasiado influidos por la nueva cultura del usar y tirar, categorizan de malo, algo que no han escuchado, o que casi no han escuchado. Algo a lo que no han dado oportunidad. Y además, el exceso de oferta y la inmediatez, hacen que se centren en grupos de muy poca categoría que compiten con otros muchas veces de mayor categoría, pero a lo mejor, más difíciles de escuchar. Ya no escuchan. Ellos se lo pierden, puesto que las cosas que se alcanzan con cierto esfuerzo, suelen dar mayor satisfacción, y en la música también pasa.
La culpa de esto la tienen los tiempos que corren, todo es a velocidad, todo es de usar y tirar. ¿Alguien cree posible que hoy día un grupo como “Yes” pudiera llegar a número uno en las listas? ¿Creéis que grupos como Yes, Jethro Tull o los Génesis de Peter Gabriel, podrían llegar hoy a la cúspide? ¿Creeis que esa increíble obra maestra, genial y increíble maravilla que es “The Lamb Lies down on Broadway” tendría siquiera una mísera oportunidad hoy día?. No, claro que no la tendría. Esa maravilla tristemente no la habrían escuchado más de unos centenares o miles de fans de todo el mundo y en este caso, en contra, gracias a internet.
Yo desde luego soy el primero que cuando descubrí internet y las posibilidades que ofrecía a un fan de la música como yo, no me lo podía creer. Flipé. Muchas cosas buenas tiene internet desde luego. Si me hubieran dicho esto cuando llegué a coleccionar con el dinero de mis padres unos 250 LP y unas 500 casetes de los que me sentía muy orgulloso, no me lo habría creído ni hartito de vino. Maravilloso.
Pero, ¡ojo!, cuando adquirí mi doble LP original de “The songs remains the same”, y escuché los 26,46 minutos de “Daze and confuse” por primera vez o las únicas cuatro canciones del disco doble del “Topographics Oceans” de “Yes”, claro que no me gustaron a la primera, por supuesto que no. Recuerdo que ponía esos discos una y otra vez, para ver si le pillaba el gusto, hasta que a la trigésimo tercera, conseguías flipar, y apreciar la maravilla que alguien genial e inspirado había compuesto y compartido con el mundo. Cierto es que estas oportunidades a la música eran obligadas. Habías adquirido un LP de uno de tus grupos favoritos, algo que no sucedía todos los días, y que era un bien preciadísimo (otro día hablaremos de los maravillosos LP y su triste pérdida a manos del CD primero y luego de internet). Tenías que darle una oportunidad, por narices.
Pero ¿Cómo le explicas esto a un chaval de esta generación?¿Cómo le transmites que si no da oportunidades a grupos, discos y canciones, se van a perder cosas muy grandes? Es imposible, cogen y escuchan, y si no les gusta, pues a la basura. Si a la primera no gusta, a la papelera.
Resultado, o el músico fabrica un producto que incorpore todos los trucos y fuegos de artificio necesarios para que el oyente no se desenganche en ningún instante, o se acabó la suerte del grupo.
Resultado, que los que triunfan y copan las listas, componen de la misma manera que se montan hoy los programas de televisión o las películas taquilleras, todas son iguales y repiten una fórmula que engancha pero falta de calidad.
Resultado, gente embrutecida en lo musical, que no es capaz de distinguir lo bueno de lo que le gusta simplemente, de lo que le causa placer inmediato. Animales, con perdón.
Está claro que siempre ha habido gente que tenía esta afición a la música y gente que no. Así somos los humanos. Mi padre me llevó al futbol siendo un enano todos los domingos. Sigue sin interesarme lo más mínimo ese dichoso deporte. Pero a todos los que nos gustaba, con afición me refiero, la música de mi generación y anteriores, sabemos apreciar estas cosas, tuvimos un aprendizaje. No digo que no existan excepciones. Hoy día también hay a chavales que aprecian lo bueno. Son los que ves en los conciertos de Dream Theater con camisetas de Pink Floyd, pero no son legión, son una minoría muy elitista, y de todos modos contaminada por la “cultura” del usar y tirar. Esta cultura les lleva a confundir en ocasiones como iguales a grupos de muy distinto nivel.
Y por todo esto aprovecho para decirte, si perteneces a esta minoría de elitistas y a la generación de internet, que le des una oportunidad a Led Zeppelin si no lo has hecho todavía. ¿Te gusta Soundgarden? ¿Te gusta White Stripes? ¿Te gusta el heavy metal en general? Pues escucha a Zeppelin, de ahí viene el sonido, y escucha Rythm & Blues, escucha a Mudy Waters y a Willy Dixon, de ahí viene en realidad todo. Robert Plant dijo “No es solo que pensamos que somos el mejor grupo del mundo, es simplemente que en nuestras mentes sabemos que somos muchísimo mejores que quienquiera que sea el número dos”. John Paul Jones dijo “Aun cuando peor estábamos, éramos superiores a la mayoría. Y en nuestros mejores momentos podríamos haber fregado el suelo con casi todos” (www.Back70.com). Y Dave Grohl, dijo en la revista Rolling Stones, “Led Zeppelin volverá y demostrará una vez más que es la mejor banda de rock de todos los tiempos”.
Las cosas son como son.

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