Son muchos los discos en directo que se han etiquetado por unos y por otros como el mejor disco en directo de la historia. Tenemos unos cuantos candidatos que hacen difícil la elección. Sin duda habría que incluir aquí el “Made in Japan” de Deep Purple como uno de los mejores de toda la historia y en dura lucha con el elegido en este comentario. No estaría mal incluir igualmente el “Live and Dangerous” de Thin Lizzy, o el magnífico “Killers” de Queen. Sin duda el Get Yer Ya-Yas Out de los Rolling, tendría que estar también. Podríamos incluir también aquí un buen número de obras atemporales como el “Irish Tour 74” de Rory Gallagher, el “Alive…” de Kiss, el “No sleep..” de Motörhead, el “One Night at Budokan” de MSG, el “If you want Blood..” de AC/DC o incluso el “Made In Europe” de Nuevo de los Deep Purple, pero sin ninguna duda, sin duda alguna, el mejor disco en directo de la historia es el “Live at Leeds” de los Who.
Efectivamente, este disco es el mejor disco en directo de toda la historia, y refleja lo grandes que fueron los Who. Escuchar esa máquina de rock perfectamente engrasada en ese concierto, es una delicia para los sentidos. Impresiona especialmente para mi gusto, el recital que da John Entwistle, el mejor “solista” del grupo, que se dedica a construir dibujos con su bajo como si se tratase de un héroe de la guitarra, y además con un gusto exquisito. Sin duda, difícil es decir si el mejor solista es John o el “loco” Keith Moon, pues realmente ambos están enmarañados durante todo el concierto, haciendo que el sin duda líder y genial compositor, además de único guitarrista, Pete Townsend, encima se tenga que dedicar a mantener el ritmo. Esto es así porque tocar en una banda de 3 instrumentos, exige a los músicos normalmente realizar un auténtico esfuerzo para “llenar” todos los huecos que en el escenario pueden quedar al descubierto Estos huecos deben llenarse para evitar que la percepción del público al comparar lo que escuchan con lo oído en el disco, difiera excesivamente. Esto obliga a los músicos en muchas ocasiones a arreglar las canciones de forma diferente, para que las licencias realizadas en el estudio, queden cubiertas. Explico esto, porque el pobre Townsend, en este sentido, debe hacer un esfuerzo aún mayor, suplir lo grabado y además mantener una sección rítmica, que en este caso, deberíamos llamar sección solista. Si Entwistle es endiablado, no menos es Moon, que lo que ejecuta es un solo de principio a fin.
Casi todas las canciones de este disco son reseñables, pero si una me gusta especialmente es la primera opera rock que realizaron, y que denominaron “A quick one, while he’s away”, "uno rápido mientras el espera" traducida en español. Esta en realidad se trata de varias canciones unidas por puentes, y narra la desagradable sorpresa de un maquinista de tren, que se encuentra a su mujer liada con otro cuando vuelve a casa. La grabación capta estupendamente el ambiente que se vivió en la sala mediante el diálogo de Pete con el público bromeando sobre el protagonista de la canción. Merece la pena adquirir y disfrutar en relación a esta canción, el video grabado por los Rollings Stones para el programa especial de Noche Vieja de la BBC de 1968, el Rock & Roll Circus, que no ha sido publicado hasta hace muy poco, más de 30 años después, precisamente entre otras cuestiones por que los Who le robaron el show a los protagonistas. Por supuesto que también influiría el lamentable estado en que llegaron los Rollings después de muchísimas horas, a base de alcohol y otros estupefacientes, a la grabación de su actuación, la última en realizarse. En dos palabras, “im-presionante” es la actuación del joven grupo, el derroche de energía casi violencia y rock duro.
En este sentido tengo un amigo que se ha dejado deslumbrar por la energía gratuita y facilona de muchos grupos de hoy día, tipo Slipknot, y creen que energía=ruido. Lo que se puede ver en este video, ¡¡¡Eso es energía!!!, pero a raudales. Si al ver este video no te llega la energía, y necesitas “ruido” artificial y encapsulado, energía de mentira entonces es que no mereces saborear lo bueno. El sudor de Keith encharca los parches de su batería y salta a cada momento a la cámara, Pete no deja de dar saltos y hacer el molinete, Daltrey parece que le han dado cuerda, solo Entwistle, como siempre, permanece pegado al suelo. La saturación natural de las válvulas de los amplificadores, junto con la mala leche, son las únicas herramientas que utilizan los Who para repartir estopa a diestro y siniestro. Como ellos mismos reconocieron, casi se trataba de una competición, a ver quien daba más caña. Eso si, la canción tiene sus partes líricas y casi de vodevil, pero en conjunto y en especial en las partes más duras, no tiene parangón, sobre todo los dos minutos finales, de auténtico paroxismo.
Ni que decir tiene que el disco no solo tiene “A quick one…”, en absoluto, tenemos la obra maestra Tommy tocada en directo, además de los clásicos Heaven & hell, I`Cant Splain, My generation, Substitute, Fortune Teller, Happy Jack, Magic Bus, etc. Mención especial merecen las versiones de Summertime Blues de Eddie Cochran y Jerry Capehart y Shakin’ all over de Johnny Kidd and the Pirates (¿qué desinformado dijo que a los mods no les gustaba el rock & roll?).
Excepcional, sin duda el mejor disco en directo de rock de la historia, con el sonido más crudo que yo haya oído, al mismo tiempo que te permite escuchar cada uno de los instrumentos nítidamente y por separado. Genial.
miércoles, 21 de abril de 2010
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